El barrio de la Guindalera se encuentra en el limite noreste del barrio de Salamanca, pero a diferencia de éste sus manzanas son mucho más pequeñas y la mayoría tienen problemas de insalubridad, al ser la media del barrio de 50m2. Además se trata de una área muy poblada, con carencia de dotaciones y en especial de espacio público.
La propuesta en este barrio busca una jerarquización en el viario que genera nuevas calles, más anchas, casi el doble de lo que miden las actuales, y tras los derribos para conseguir esta apertura, se generan nuevos solares.
Éstos se catalogan en 4 tipos generando un nuevo paisaje urbano y nueva nueva y amplia diversidad de usos y ámbito en el entorno.
En primer lugar las viviendas, para intentar suplir las demolidas, mejorando la calidad de las que existen. Se eligen para este usos los solares en esquina que se abren a dos calles y cuyo patio interior afecta a los patios colindantes para mejorar también estos con usos comunitarios en la planta baja. Se busca entender la manzana como una unidad y no como la suma de partes.
En segundo lugar nos encontramos con elementos dotacionales. Para estos se han elegido los solares de forma rectangular, que se abren en su lado mayor a un viario nuevo rodado. En ellos se situarán talleres y áreas de participación ciudadana.
Para los solares en esquina de forma prácticamente cuadrada se ha genera el uso productivo, tan carente en la actualidad. Se pretenden generar oficinas en altura que sirvan además como hito en el barrio y como recuperación de la autosuficiencia.
Por último, para los solares de forma más compleja, en total 3, se busca un uso dotacional pero a nivel de ciudad: bien un teatro, un elemento de espectáculos... un referente cultural a nivel de Madrid.
La propuesta se desarrolla más en la calle Pilar de Zaragoza:
También se busca cumplir con requisitos energéticos, en especial para las viviendas:
Las siguientes son las láminas resumen:
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